Emprendedores Influenciando a Millones

A principios del 2016 tenía un inmenso deseo de conocer más sobre las personas que emprendían en sociedades; quería saber qué motivaba a tantas personas para convertirse en socios de negocios, conocer cuáles erán sus primeros intereses, entre otras cosas. Con facilidad me podía quitar el sueño ponerme a pensar qué tan difícil era iniciar un negocio con otra persona en industrias o dentro de áreas donde prácticamente no se tiene experiencia.

Leía mucho los websites de emprendimientos, negocios y proyectos sociales, de los cuales soy muy seguidora, y hasta mantenía subscripciones con varias revistas que me fascinaban, y algo que llamó mi atención fue reconocer los cientos de emprendimientos (PYMEs y Startups) que los medios de comunicación no se cansaban de repetir, y en algunos casos, llegaba a desconfiar de la credibilidad en la información que se promovía, como ejemplo, sobre los tantos impactos sociales que generaban. Descubrí que en muchos casos las empresas y CEOs (y otros directivos) pagaban a muchas revistas para ocupar las portadas con sus historias; lo que en parte es una estrategia que emplean algunos pero que para nada me atrae, no lo veo ético.

Luego más tarde me abordó la inquietud por escuchar de quienes inician empresas en zonas realmente pobres -es decir, en regiones con escasos recursos, o prácticamente nulos. Me preguntaba, ¿es acaso la falta de educación en una población una de las más grandes barreras para que los negocios prosperen? Y de ser así, ¿cuánto tiempo toma educar a una comunidad para que se abra a mejores cambios?

¡Si que lo sé! Tenía un tanto alocadas mis inquietudes y un día, de esos que se me hacen tardísimo para irme a dormir pensando en temas que me atraen, llegué a aceptar este pensamiento: 

Es verdaderamente bajo condiciones difíciles, y quizá extremas, donde vamos a comenzar a apreciar y valorar a aquellos seres que sin nada en el bolsillo, ni nadie que los apoye, terminan siendo quienes influyen positivamente a millones.

SG.

Y esta fue la frase que me encantó para este proyecto: «Uniendo pasiones para influenciar [positivamente] a millones«.

Algo muy particular que creo que sucede en toda nuestra latinoamérica, es ver y sentir el impacto que tiene un pequeñito negocio familiar en una comunidad. Y es una lástima ver como tantas ideas que se iniciaron con mucha lucha y sacrificio no puedan crecer y salir a flote por falta de un recurso esencial: la educación básica de los negocios en familia – ¡y tan importante que es para la economía de un país en general! En muchos lugares seguimos siendo tan pobres (económicamente hablando) y pocos productivos porque sencillamente los recursos más esenciales prácticamente ‘están’ escondidos a beneficio de un pequeño grupo. Y no siempre se ocultan por efectos de competencia más que por codicia, avaricia, egoísmo o simple maldad. «El mundo siempre sera así», «los políticos no sirven para nada», «¿qué más vas a esperar de ese ladrón?» se escucha decir en muchas regiones afectadas por las tan terribles malas decisiones de la gente en cargos poderosos. «No podemos hacer mucho», repiten otros hasta irritando a quienes no creemos en esa expresión ya. Lo que me alegra hoy en día, por otro lado, es que ahora realmente se ha levantado y empoderado mucha gente en distintas áreas y con variados conocimientos y experiencias dándole, ahora sí y paso a paso, la vuelta a estas opiniones conformistas y a veces hasta denigrantes.

Hay que creer que se puede emprender o aportar un grano para mejor. Siempre emergen grupos de personas en pro a los cambios positivos que son tan necesarios en nuestras comunidades. Y muchos de esos cambios que vemos son toda esta inmensidad de emprendimientos nuevos que contagian.  ¡Que emoción!

A raíz de esos pensamientos, y mi eternos intereses en los negocios en familia, creé Empresa Millonaria, con el plan de que en algunos momentos dentro de mis espacios libres, me encontraría debatiendo palabras y opiniones con personas que tendrán respuestas a muchas de mis inquietudes sobre este lindo tema: Las sociedades y los negocios familiares. Y algo divino ha pasado, y es que no solo he debatido sobre temas curiosos, sino que me he reído y llorado con una cantidad de personas con quienes he conectado y de quienes he escuchado vivencias sorprendentes.

Suelo repetirme que !la vida es bella! Pero ¿sabes cuál ha sido un gran reto para mí con las cosas que hago? El reconocer el momento propicio para ajustar las palabras que utilizo –por ejemplo, saber cuál expresión y con qué tono puedo seguir manteniendo la personalidad abierta de quien conversa conmigo no siempre me es fácil. Me dí cuenta que cuando vamos a hablar de los negocios, lograr que alguien se abra para compartir lo que uno quiere conocer, a veces se hace un arma de doble filo que juega sucio– y con frecuencia no se está preparado para ese tipo de jugada, pero sí se aprende a saber estar alerta en una siguiente oportunidad.

Las palabras bien dichas tienen el poder de ayudarnos a pasar los momentos intensos con algo de tranquilidad y optimismo. ¡Claro que sí!

Que tengas lindo día, y no dejes de visitar www.empresamillonaria.com que por allí podrás ver algunas conversaciones que estaré manteniendo con emprendedores que llegan a impactar a muchas personas en sus comunidades. Cuando comencé ese espacio, mi primera intención fue: Escuchar y aprender de quienes saben llegar y transformar a millones.


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