Crea material invaluable haciendo preguntas correctas.

Crea material invaluable haciendo preguntas correctas.

Destacada Web Copy con Sentido Común

¿Te has sentido molesto o resentido porque no entregaste material claro y útil? ¿sientes que lo que le entregas a tu cliente no llenará las necesidades que tiene? ¿crees que el contenido para el website en el que trabajas o la forma en como redactas el material publicitario para tu negocio no te satisface? Si te has preguntado algo de esto, responde esta otra: ¿Le has hecho a tus clientes las preguntas correctas en relación al trabajo que pretendes hacerle?

En el área de redacción, como un ejemplo, te comento que cuando uno no va obteniendo resultados satisfactorios es fácil quejarse de todo lo que pasa alrededor e incluso echarle la culpa a otros. El material que produces (es decir, que escribes o editas) no responde a inquietudes. El cliente está instasifecho porque no ve reflejado lo que esperaba en lo que tu le entregas. Y los lectores, o la audiencia de tu material, no encuentran nada interesante por el cual mantenerse leyendo.

Quejarnos de otras personas por lo que nos pueda estar pasando o por la incomodidad que nos genera lo que estamos creando, es la peor manera de abordar la situación. La clave para que tú puedas producir material escrito efectivamente y útil es preguntar justamente todo aquello necesario que aclarará dudas o descifrará las incognitas que tienen que ver con todo lo que envuelve el contexto y objeto de tu estudio -tienes que conocer claramente el entorno que envuelve tu tema y en el que se desarrollará el material o contenido que vas a crear. Es ideal primeramente preguntarte, «¿cuáles son las preguntas claves que debo realizar a esta persona para entender mi trabajo y luego dar forma a esto que redactaré?«

Hacer preguntas correctas es empaparte con lo que rodea el tema de tu estudio, es por ejemplo conocer parte de la historia que fundamenta todo aquello que esperas escribir o crear. Si deseas describir y diferenciar los productos de una empresa correcta y estratégicamente, entonces requiere que te familiarices con el tipo de lenguage que se maneja dentro de la industria, pero igualmente es necesario que estés consciente del lenguage frecuente que usan los compradores de estos productos. De la misma manera, la tarea envuelve identificar la empresa (apoyar su branding- su marca) al presentar el producto de una manera auténtica.


Otros ejemplos de creación de contenido efectivo, basado en las preguntas correctas, es la redacción o actualización atractiva de una página muy popular en los websites: «Acerca de Nosotros» -una página necesaria no debería faltar porque es allí donde fácilmente el visitante se verá identificado, desarrollará un nivel de confianza con la marca, e incluso obtendrá respuestas a incertidumbres.

En otro ejemplo, un email redactado claramente con la intención de dar a los miembros de un grupo la bienvenida al mismo, mientras le sirves de guía y muestras los pasos siguientes de su integración a la comunidad, es un caso de creación de contenido con efectividad.

No todo el mundo se siente cómodo realizándole preguntas directamente a quienes les contratan, a sus clientes o a sus jefes a la primera. Yo lo veo con frecuencia. He notado con interés como al llegar el momento para realizar preguntas, muchos creadores de contenido, redactores, content strategists, o profesionales de comunicación, dejan que su cliente o jefe termine de hablar para luego dar por terminada la reunión con frases como: «Ya tengo todo lo necesario para comenzar». Lo han dicho incluso en el primer encuentro cuando ní siquiera sabían qué envolvía el proyecto. Muchas personas que trabajan con web copy, edición, marketing y contenido digital, realmente no hacen preguntas claves en los momentos oportunos.

Y se van a su oficina o área de trabajo a intentar descifrar todo lo que se habló. A tratar de estructurar las partes de un algo que no entendieron y luego se encuentran perdiendo tiempo. Y esto los lleva a tener que volver a reunirse con el equipo o las personas críticas del proyecto para ahora sí poder preguntar lo que se esperaba.

Lo se muy bien, porque pasé por allí. Noté como me tocaba irme a unas cuatro o cinco llamadas telefónicas para tener todo lo que necesitaba. No me preparaba como fuese sido lo ideal. La experiencia, pues, nos va ayudando a encontrar el sistema que mejor nos funcione.

Por muy difícil que te pueda parecer preguntarle directamente a tu cliente en el primer encuentro de todo lo necesario, es importante resaltar que ellos no van a obtener respuestas o avances satisfactorios la siguiente vez que se reunan contigo, ni tú podrás trabajar en algo concreto, a menos que te arriesges a soltar esas preguntas claves desde un comienzo. Debes hacer tu tarea y lucir preparado.

Antes de escribir cualquier palabra pregúntate, «¿realmente cuál es la intención de lo que deseo escribir?» «¿con qué recursos, experiencias, anécdotas, etc., cuento para soportar lo que crearé?», «¿cuáles 2-3 dudas o incertidumbres me gustaría aclarar de lo que escribiré?» «¿Cómo deseo darle forma a lo que comparto y a mis palabras?», «¿A qué audiencia me gustaría llegarle y atraerla y a qué áreas y con qué tono?»

Si no estás acostumbrado a preguntar con frecuencia, o quizá te da pánico a la hora de hacer todas la necesarias, es ahora el momento de sacudirte un poco los miedos y cambiar tu actitud y personalidad tanto por tu bien como por tu ahorro de tiempo, especialmente si escribir es parte de tu negocio y visión de vida.

Los mejores consultores con quienes he podido rodearme, y de quienes constantemente busco aprender algo nuevo, utilizan diferentes técnicas para obtener respuestas a lo que necesitan a tiempo. Algunos toman notas iniciales a la reunión con el cliente y van llenando las respuestas a lo largo de la reunión. Otros profesionales, cuando trabajan con clientes o personas dificiles –suelen ser muy habladores o muy tímidos– tienden a ayudarles a ser directos. Hacer que el cliente envíe una agenda de lo que se desea abordar en una reunión con los temas principales e inquietudes, es otra técnica que le permite al consultor preparado facilitar ese y futuros encuentros. Igualmente, estar preparado antes de una llamada telefónica programada es crítico. Sin importar la técnica que decidas utilizar para obtener respuestas a tus dudas prévias a un trabajo, la idea central es que tú, quien creará el contenido, estés consciente con el tipo de personas con quien trabajarás, que conozcas lo más importante del contexto del proyecto, y que, aunque no creas, prácticamente aprendas a exprimir de la cabeza de tu cliente o jefe todo aquello de valor para el proyecto –que en muchos casos ellos no saben explicar a la primera, y es tu habilidad la que ayudará a lograr extraerlo–.

Cuando usas y ajustas tus estratégias, técnicas o tips clara y honestamente para llegarle al «meollo» de lo que tu cliente quiere ver plasmado, es cuando puedes realmente sentirte seguro/a de que finalmente ahora sí tienes recursos suficientes para comenzar tu primera fase de redacción con buen pie.

Es gratificante notar la cara de gusto del cliente cuando finalmente siente que ahora sí le has entendido. Los clientes (o jefes) perciben rápidamente cuando les has hecho las preguntas correctas y con plena confianza, y esto les permite a ellos abrise a las opciones que tú les presentes para llegar a soluciones. Porque con tu actitud y desenvolvimiento ellos confían en que tú resolverás parte de sus problemas: te confían para que transmitas sus mensajes.


Y tú, déjame saber qué te ha parecido este tema, y si empleas otra estrategia, eres bienvenido a compartirla.

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