Si quieres que mejore cómo las personas se comunican contigo y te ven: Aprende a convertirte en un ser más empático

Si quieres que mejore cómo las personas se comunican contigo y te ven: Aprende a convertirte en un ser más empático

Hábitos maravillosos

La empatía es esa capacidad que tenemos para comprender y compartir los sentimientos de los demás, y es una habilidad que con el tiempo vamos puliendo y que notamos cuán crucial es para construir relaciones sólidas, atraer oportunidades (de todo tipo), resolver conflictos y, lo más necesario, aportar en la creación de un mundo más compasivo.

No podemos ignorar que a todos nos afecta bastante cómo las personas nos ven y se comunican con nosotros. De hecho, es esencial aprender a notar esos detalles para nuestro propio desarrollo personal y profesional. Y siendo que por lo general estamos dispuestos a mejorar esas habilidades que nos ayudarán con muchas cosas que hacemos todos los días, quiero compartirte unas maneras de cultivar más empatía en tu vida, y que son cosas en las que yo misma tengo que recordarme hacer (unos días más que otros).

Escucha activamente: Cuando alguien te hable, bríndale toda tu atención –¡y lo sé! Para algunos de nosotros no es fácil hacerlo, pero necesitamos agarrarnos de cualquier truquillo que nos ayude a mostrar que estamos atentos a lo que nos dicen. Siempre nos dicen cosas como: «No interrumpas ni pienses en respuestas mientras aún están hablando» – realmente intenta disfrutar la escucha. Y algo que muchos profesionales nos aconsejan es tratar de comprender el punto de vista de las personas y las emociones que expresan. Porque es que somos emociones todo el tiempo hablando.

Practica la toma de perspectiva: Por lo general esto lo que quiere decir es que te pongas en el lugar de las otras personas cuando hablas con ellas, y algunos expertos sugieren que necesitamos imaginar cómo se podrían sentir los otros cuando se expresan. Esto muestra a la gente que uno está empleando maneras para seguir desarrollando su compresión sobre algo respecto a ellos, y además te ayudará a valorar y apreciar esas emociones asociadas en sus palabras. Cuando vengas luego a emitir una opinión o comentario, la persona es muy probable que se sienta más agradecida, actúe amablemente, porque pusiste de tu parte al intentar comprender su punto de vista.

Haz preguntas abiertas: Ésta estrategia es una de las mejores que yo siento he venido aplicando por muchos años; me ha ayudado a orientarme en la ruta que debo tomar en las conversaciones y, de hecho, en mi escritos. Y consiste en hacer preguntas que le permitan a las otras personas compartir más sobre sus sentimientos y experiencias. Esto va a ayudarte a comprender mejor sus perspectivas. Más adelante te compartiré ejemplos de preguntas abiertas que suelo hacer.

Practica la autorreflexión: Yo amo la autoreflexión; creo que esta práctica la fui profundizando con el pasar del tiempo luego de ver el poder que trae a mi vida cada vez que reflexiono sobre las cosas que digo y hago. Te recomiendo con los ojos cerrados que reflexiones sobre tus propias experiencias y emociones, que descubras por qué te suceden y las vives tal cual. Esto lo ayuda a uno a desarrollar una mayor empatía hacia otras personas que pueden estar pasando por experiencias similares, y algo que es necesario entender es que aprendemos también a ser autocompasivos. En muchas ocasiones no salimos de un estancamiento porque, para empezar, no reflexionamos sintiendo esa autocompasión esencial en nosotros mismos.

Evita juzgar: Es difícil a veces tener que decir “no juzgues a los demás”. Pero eso tenemos que escucharlo y repetirlo en nuestra cabeza constantemente, porque no podemos ir por ahí todo el tiempo juzgando a los demás por sus sentimientos, emociones y vivencias. Leo en muchos libros relacionados al desarrollo humano y la calidad de vida que lo mejor que podemos hacer respecto a otros es buscar la forma de aceptarlos y ser comprensivos, siempre y cuando no están realmente haciendo daño a nadie.

Intenta practicar la empatía en nuevos lugares con gente nueva: Ser un voluntario en algún programa y dedicar un momento de tiempo en ayudar a otros con dificultades que puedan estar presentando, por ejemplo, nos permite reconfortarnos en ese acto de empatía, y algo muy bonito, en reconocer en nosotros mismos esas áreas en las que somos (o podemos ser) buenos.

Pide retroalimentación: Si no te incomoda preguntarle a otros sobre cosas de tí, diles que te den su opinión sobre cuán empático eres con ellos, o sobre en qué áreas notan en tí más empatía. Al hacerlo, te estás permitiendo mejorar en tí mismo porque se te hará más fácil identificar esas áreas para mejorar e irte acercando a expresarte más como ese ser que deseas realmente seguir siendo.

Ser empáticos, para muchos de nosotros, es algo que incluso tenemos que anotar visiblemente en nuestras agendas diarias. La rutina, los actos desagradables de los demás, las malas noticias, etc., hacen que uno deje de lado tanta empatía. Pero al salir a la calle, y ver a tanta gente jóven y pequeña sufrir por nuestras indiferencias como adultos, ¡mira! hace que recordemos por qué hay que priorizar la empatía, en toda área de nuestra vida.

Ten feliz día, corazón de melocotón.

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