En nuestra vida diaria, el lenguaje que utilizamos constantemente da forma a nuestros pensamientos, emociones y acciones; nuestras palabras muestran ese energía y ser que somos en un instante. Y cuando nos expresamos estando conscientes de nuestras palabras, podemos recordarnos cultivar una mentalidad más positiva, próspera, contagiosa y empoderadora, entre otras cosas. Aquí quiero compartirte al menos unos seis hábitos que también creo son fundamental eliminar de nuestras interacciones diarias si deseamos mejorar nuestras condiciones actuales.
🎈 Las comparaciones: Compararse constantemente con los demás, según han profundido científicos y psicólogs, puede generar sentimientos de insuficiencia, escasez, envidia e infelicidad. Entonces, ¿qué sería lo ideal hacer? Concéntrarnos en nuestro propio viaje y celebrar nuestros progresos individuales. Y ejemplos de frases que podemos repertirnos para reemplazar las comparaciones que nos afectan negativamente sonarían algo así: «Me gusta observarlos a ellos porque me inspiran a elevar y trabajar mejor mis dones y/o capacidades» y «Admiro sus cualidades, y me orientan a la hora de reconocer mis propias fortalezas».
🎈 El diálogo interno negativo: La forma en la que nos hablamos a nosotros mismos influye en nuestra autoestima y confianza, que por ende afecta en toda transacción social. Y para cambiar un poco ese diálogo, sugieren especialistas en desarrollo personal y conductual, que podemos emplear frases que nos inyecten el ánimo para tomar decisiones con confianza: «Tengo algo de miedo respecto a esto, sin embargo, haré lo mejor que pueda» o “Tengo todo lo necesario para intentarlo y apreciar este aprendizaje”. Se ha indicado, que al reemplazar la autocrítica por expresiones que denoten autocompasión, respeto, confianza, etc., uno aumenta su autoestima y motivación.
🎈 Los chismes: No vamos a negar que ni no es por chismes uno no se da cuenta de cosas que están pasando y que no podemos continuar ignorando. Pero recordemos también que participar en chismes suele ser perjudicial, en algunos casos delicados, para mantener relaciones saludables y desarrollar la confianza. Los chismes hieren. Entre las sugerencias que se escuchan, en lugar de participar en chismes, lo mejor es concéntrarnos en esas conversaciones significativas que sabemos establezcen conexiones y permite que la gente pueda comunicarse y mostrarse a sí misma. Comos adultos, específicamente, sabemos muy bien lo valioso que es aprender a abstenernos de promover y difundir rumores, mal comentarios, chismes, o hablar de las personas a sus espaldas. Dar la cara como una persona integra y mostrar responsabilidad en nuestras acciones nos lleva a cuidarnos de que conversaciones estamos propagando.
🎈 Demasiadas disculpas: Yo soy de las personas que por naturaleza suelo pedir disculpas , a veces en un día, por casi todo, pretendiendo que no molesto o incomodo a nadie. Y algo que me interesó estudiar cuando me enfoqué en las comunicaciones fue entender el manejo de las disculpas. Algunos de nosotros hasta llegamos a disculparnos cuando ni siquiera es necesario. Y qué es lo que sugieren conocedores del tema, que analicemos la situación y reservemos las disculpas para cuando realmente uno haya cometido un error, maltratado, ofendido algo a alguien sin intención, etc. Y recordemos que al hacerlo hayamos reflexionado en ello para que en nuestras disculpas seamos claros al saber qué decir y así nuestras palabras tendrán más peso, sinceridad y responsabilidad.
🎈 Las creencias limitantes: Vaya que todos sabemos en donde nos pone una creencia que de nada nos sirve. A veces nos aferramos tanto a ella que nos paraliza matando todos nuestros potenciales de momento. Hay creencias terribles que nos hacen sentir seres incapaces y faltos de dones. Y es importante entender cuán valiososo somos como creación divina; tenemos dones que hay que reconocer, apreciar y poner en uso, al mismo tiempo que hay que saber vernos como seres capaces de hacer todo aquello en lo que nos enfoquemos. Y hay frases muy agradables y saludables que podemos decirnos constantemente para que desafíe cualquiera de esas creencias que nada aportan hoy día, y reemplazarlas por aquellas que merecemos vivir: “No me lo se todo, nunca lo sabré, y soy capaz de aprender y mejorar en lo que yo quiera y decida». Cada vez que expresamos palabras comos esas es invenitable que se abran nuevas oportunidades; mantener una mentalidad abierta y cultivarla limpiamente nos ayuda a vivir de manera más realista y agradecida.
🎈 Las quejas: Muchas personas le huyen a los quejumbrosos. Y hay que entender porqué es imporante separarse de la gente que se queja con frecuencia. Primeramente, nos han dicho que quejarnos constantemente perpetua una mentalidad negativa, además de escasa. Para cambiar ese tipo de conversaciones, entonces uno decide poner atención a encontrar soluciones en todo lo que incomode o afecta la calidad de vida. Como ejemplo de algunas declaraciones proactivas podemos decir algo así: «Comprendo lo que pasa, y esto es lo que puedo hacer para mejorar la situación»o “Acabo de entender mejor dónde sí puedo contribuir para de alguna manera mejorar esto que estamos viviendo”. Y cambias el enfoque negativo totalmente a uno asertivo y de acción.
Aprender a empoderarnos con nuestras palabras trae un profundo impacto en nuestro bienestar individual y grupal.
Hay que mantenernos orientados hacia la positividad y el optimismo en las cosas que hacemos y compartimos. Escogiendo muy bien nuestras palabras cada vez que podamos y con intención, podremos mejorar nuestras relaciones, aumentar nuestra autoestima y cultivar una perspectiva más realista y optimista de la vida, al mismo tiempo que otros se animan a participar en ello. Con frecuencia observamos que es uno el que debe dar el primer paso para una vida diferente, digna y merecedora, gracias a la buena selección de palabras que usarémos y al lenguaje con el que decidirémos proyectarnos mejor y elevar nuestro entorno con otros.
Feliz día, corazón.
